domingo, 25 de noviembre de 2007

Tiépolo





















Giambattista Tiepolo, "Homenaje a un polichinela coronado",
pluma y tinta marrón y acuarela marrón sobre trazos de lápiz, 280 x 208 mm,
Triestre, Civici Musei di Storia ed Arte.



Una extraordinaria exposición en La Pedrera: “Pasión y Negocio… El Arte en la Venecia de los Siglos XVII y XVIII”.

Obras de magnífica técnica, de opulentos acabados. Pinturas lujosas y orgullosas.

Pero, para este modesto observador, las estrellas de la muestra son tres pequeños dibujos de Tiépolo, de no más de 20 por 28 centímetros. Unos polichinelas hechos con pocos y ligeros trazos, pero llenos de una crudeza y una desnudez únicas.

Una vez más, ¿por qué el boceto, el apunte, me seduce más que la gran obra, preciosa y minuciosamente acabada?

1 comentario:

Marta Raquel Zabaleta dijo...

Yo no lo se.

Pero se por qué me seduce a mí, al igual que aquellos cuadros de Goya que mostraban irónicamente los burros 'reales': aqui la alegoría supera a la impudicia de los brutos con poder. Y este es estéticamente, un mensaje sublime y bello, lleno de amor y destellante de alegria.
marta zabaleta