domingo, 20 de diciembre de 2020

vino carta de H.O.
























(...) Resulta que, hace unos días, un amigo que tenemos en común, y que usted no conoce, armó una farra para festejar el cumpleaños de una publicación que saca en el barrio. El pobre no consigue vender un aviso ni que vengan degollando, y se rompe el lomo y, claro, para esos días andaba medio descorazonado. Total que le mandé unos versos, porque a él le andaba dando vueltas en la cabeza el asunto de si imprimir la revista en una Minerva Centenario o en una Rotaprint de planchas de aluminio. Así que arranqué para el tema de la tinta. Entonces me acordé de usted, que, por lo menos cuando vivía en Julián Álvarez, a la altura de Charcas, si mal no recuerdo, siempre andaba con las manos enchastradas en tinta (especialmente la zurda). Parece que el amigo, buen poeta el tipo, dijo nomás los versos para la tinta, y, según sé, le voló más de una silla por la cabeza. Era de esperar. Yo no fui, porque justo por esos días tenía que ir a Rosario a ver si le cobraba unos pesos al Cabeza Pandolfo, que anda medio escapado y uno anda medio necesitado. 















1 comentario:

Liliana Lucki dijo...

Maravilloso.

Felicito a los dos.

Hermoso es el recuerdo ....unos detalles

se convierten en arte.

Saluda desde Argentina,Liliana